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FUNCHAL, MADEIRA

  • Foto del escritor: eugegadsden
    eugegadsden
  • 14 nov 2018
  • 4 Min. de lectura


Anclamos en la isla el 24 de Octubre por la tarde. Tuvimos clases normales ese día y en la tarde hubo ¡Purga de piojos! Vinieron unos especialistas a checarnos la cabezota a todos, nos tenían con el tratamiento en el pelo y en filita india uno tras otro cepillándole el pelo al de enfrente. Ya se imaginaran, como changuitos buscando pulgas.



El 25 de octubre la escuela nos llevo a escalar/caminar por un sendero hermosisimo. Estábamos dentro en las montañas en la parte alta de la isla. La caminata nos tomó casi todo el dia, tuvimos un tiempo para comer al final del sendero (en las cascadas al final del camino) y después regresamos hasta el inicio donde estaba el camión esperándonos. Nos llevaron a un museo de ballenas local donde explicaban todo acerca de la pesca y caza de ballenas unos años antes, ‘whaling’ se le llama. En esta isla, era parte de la tradición y el comercio antiguo cazar ballenas, parte de su cultura. Las cazaban en unas lanchas (no muy grandes) con arpones o tipo lanzas y usaban desde su carne y grasa hasta su piel resistente. Me gustó estar en el museo, nos enseñó el otro lado de la moneda. Si, la sobre pesca es un gran problema, pero estos hombres usaban sus manos y su fuerza para ganarle a estas inmensas e inteligentes creaturas.





La vegetación en la isla me llamo muchísimo la atención, había de todo, plantas tropicales y de climas fríos, de climas húmedos y de climas secos. Era una gran combinación de formas y colores; mientras caminaba sobre la ruta en las montañas me frené y conté las diferentes hojas que podia encontrar solo a simple vista. Tan solo en un espacio de aproximadamente 1 metro cuadrado conté 11 diferentes tipos de hojas.



El 26 la escuela nos organizo todo un dia de actividades. Primero en la mañana vinieron unos alumnos de una preparatoria local a visitar el barco y tratamos de enseñarles algunas maniobras que hacemos mientras estamos en el mar. Fue un reto, hablaban muy poco ingles y cuando hablas de navegación las palabras pueden ser complicadas, pero bueno, conocer la cultura local siempre es importante. Los mismo alumnos nos llevaron al teleférico y con ellos bajamos al punto de inicio de una forma tradicional de la ciudad. Te subes en unas como canastas y dos señores atrás te empujan en la calle rumbo abajo, parece como si patinaran.





Mas en la tarde fuimos a otra preparatoria local donde los alumnos nos prepararon un espectáculo. Cantaron en grupo e hicieron una representación de ‘fado’ un tipo de canto nacional (portugués) característico por ser triste e intenso. Fue impresionante escucharlos, todos estábamos encantados. Después de la presentación, ¡nos organizaron un banquete de comida típica! Todo estaba delicioso, mi favorita fue la mermelada de maracuyá con plátano que es típica de la isla con unas galletas buenísimas también solo encontradas ahi. Convivimos con todos los alumnos mientras comíamos y después caminamos juntos al barco. Eran al rededor de 80 chavos de nuestra edad. Me encanto hablar con ellos, nos contaron acerca de la isla y su vida, intercambiamos historias y culturas. Ellos si halaban ingles así que darles el tour al rededor del barco fue mucho mas fácil. Estaban muy interesados en la vida en el barco y hacían todo tipo de preguntas. Fue básicamente un intercambio de escuelas, ellos nos enseñaron la suya y lo que hacen y nosotros les enseñamos la nuestra, fue un dia yo diría que muy productivo.



El último dia en madeira nos llovió en la mañana y estuvo nublado todo el dia, no pudimos hacer muchas actividades como ir a la playa o las albercas naturales, ya no tuvimos la oportunidad pero aprovechamos el dia para descansar. Funchal fue un puerto corto, realmente el tiempo que pasamos en las islas es limitado, pero bien gastado, el tiempo que estuvimos ahi para mi fue fascinante.


*(VEAN LOS VIDEOS EN LA GALERIA)



Ps: cuando paramos a comer al final del recorrido en las cascadas, me resbale en una piedra tratando de cruzar el rio y me lastimé la mano. No le di mucha importancia, parecía que solo era un golpe menor pero Catherine la enfermera del barco insistió en hacer una radiografía. Resulta que tengo una fractura en uno de los metacarpos de mi mano derecha, es pequeña pero significa que tengo que tener una garra las siguientes 3 semanas. Ahora si que como pirata. Lo bueno es que no me duele, solo es incomodo tener una mano inservible y algo frustrante porque me encanta estar involucrada en todas las maniobras del barco. Pero le he dado la vuelta a las tablas y he aprovechado el tiempo para aprender mas acerca del barco y ocupar otras posiciones que normalmente no haría. Me ha dado mas oportunidad de hablar con el capitán y los marineros tripulantes, he aprendido mas acerca de las diferentes luces y señales cuando eres ‘lookout’ y así entre otras cosas. Hay que recordar que siempre hay que sacarle jugo a todo y usar cada experiencia como una nueva oportunidad de aprender.

 
 
 

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